lunes, 20 de mayo de 2013

Capítulo 9.


Tenía unas ganas inmensas de gritar y detenerle. Su mano continuaba subiendo por mi muslo y, como no la parase, iba a parar en su intuitivo sitio.

-Aquí tenéis las ensaladas.

La mano de Zayn se paró y se retiró de mi muslo.

Un camarero con un alto gorro blanco y un delantal del mismo color, aterrizaba a cada uno un plato de ensaladas.

Todos sonreían al ver tan bien decorado esa comida tan versátil. Yo, seguía en un profundo estado de shock.

Deslicé mi silla hacia atrás y me levanté dejando en el respaldo mi bolso.

-¿Dónde vas? – Preguntó Hel.
-Al baño. – Respondí.
-¿Ahora?
-Sí.
-No sabes donde están. – Dio por hecho Zayn, sonriendo.
-Preguntaré.
-Tranquila, están justo al final del pasillo. – Me informó Liam

Sonreí y emprendí mi camino hasta el baño.

Salí de ese comedor y cerré la puerta. Suspiré y tras atravesar el pasillo, entré en el baño. Era pequeño, pero lo suficientemente grande como para abrir el grifo y pasarme un poco de agua por la cara.

¿Qué estaba intentando ese chico conmigo? Esa era la constante pregunta que se pasaba en forma de duda por mi cabeza.

Estaba intentando meterme mano, eso estaba claro. Pero, ¿yo? Una simple periodista de veintitrés años, con mucha humildad y baja clase social comparada a la de él. ¿Por qué yo?

Mojé de nuevo mis manos en agua y me volví a mojar la cara. No me quitaba la imagen de Zayn besándome sensualmente el cuello, pero al menos me despejaba y me ayudaba a aclarar mis ideas.

Me miré de nuevo al espejo y agarré mi hombro. Me había dejado el bolso en el comedor. ¡Mierda!

Por último, sonreí al espejo y abrí la puerta.

Un cuerpo se interpuso en mi camino. Me choqué con lo que aparentemente era un pecho masculino. Levanté mi mirada. Era él, de nuevo. ¡Qué pesadilla!

-Hola, preciosa. – Dijo con una sonrisa de oreja a oreja.
-Zayn, déjame. Quiero ir a comer con los demás.
-Tranquila, no te voy a hacer nada. Sólo quería decirte que los móviles no se deben de dejar encima de la mesa cuando una va al baño. – Ese chico sacó su mano de detrás de su espalda y en ella se encontraba mi móvil.
-¿De qué vas? ¡Dame mi móvil!
-Voy feo. En los conciertos la ropa es más elegante.

Le miré con ganas de asesinarle, pero opté por dejar de gastar energías en él e invertirlas en recuperar mi móvil.

Cada salto que daba, su mano elevaba más alto mi móvil. Esa acción se repitió unas tres veces.

-Dame el puto móvil. – Le exigí.

Zayn desbloqueó mi móvil y comenzó a tocar la pantalla.

-¿Qué crees que haces? – Me quejaba. - ¡Dámelo!

Él continuaba pasando sus dedos por la pantalla táctil del móvil. Su sonrisa maliciosa no se retiraba de su cara mostrando sus perfectos blanquecinos dientes.

Se dirigió el móvil al oído y continuaba esquivando mis intentos por arrebatárselo.

-Perfecto. – Condujo el móvil de nuevo a su mano y pulsó una última vez la pantalla. Todo ello sin quitar su sonrisa ni un momento de su cara.

Al fin aterrizó el móvil en mis manos y se apoyó en la pared de enfrente de la puerta del baño sacando, ahora, su teléfono móvil.

Le miré expectante. Pasó sus dedos por la pantalla y sonrió más aún.

-¿Cómo decías que te llamabas?  - Dijo interesante, aun que lo sabía perfectamete.
-¿Te has llamado a ti mismo?
-Era la única manera de conseguir tu móvil, y no he visto mejor oportunidad que esta.

Él sonreía, pero yo estaba demasiado enfadada.

Empotré mi hombro con su torso y me abrí paso hasta que él consiguió detenerme agarrándome por la muñeca.

-No te habrás enfadado, ¿no?
-No sé a qué juegas, Zayn.

Le miré a los ojos por primera vez conscientemente desde que estábamos en ese pasillo. Él borró algo su sonrisa de la boca, pero no la hizo desaparecer del todo.

-Si quieres que acabe como todas las que te propones, en tú cama, lo siento, pero no va a ser así. - Añadí.

De nuevo mostró su sonrisa completa. Forcejeé con su mano para que me soltase.

-Como todas no. – Comentó sin soltarme la muñeca.

Fruncí el ceño.

-A ninguna ha sido necesario robarle temporalmente su móvil para conseguir su número.

Escuché esa última frase y di un tirón brusco de mi muñeca, la que hizo soltar definitivamente la mano de Zayn, que seguía risueño en el pasillo del baño.

Entré en el comedor. Todos habían casi acabado de comer. El ambiente era agradable. Todos estaban riendo, todos mirando a Louis. Parecía ser el graciosillo del grupo.

Hel me observó cuando me acerqué a la silla y, antes de sentarme, toqué mi bolsillo para confirmar que ahí estaba mi teléfono móvil. Después de ello, me senté guardando el aparato electrónico en el bolso.

-¿Dónde has estado? Casi hemos terminado. – Dijo independiente del grupo.
-Esto es un infierno, Hel. Vámonos cuanto antes. – No quise ser egoísta, pero no podía estar ahí ni un segundo más.
-¿Qué ha pasado? Pareces enfadada.
-Tranquila, estoy bien.

Zayn apareció por el mismo sitio que hacía minutos había aparecido yo. Se acercó hacia su asiento. Yo continuaba mirando a los ojos a Hel, pero no le perdía de vista por los lados de mis ojos.

Arrastró la silla y, retirando su sudadera para ponérsela encima de las piernas, tomó asiento.

-Nosotras nos vamos. – Dijo Hel.
-¿Ya? – Preguntó sobresaltado Harry. – Si ____ no ha probado bocado.
-Sí, tenemos trabajo acumulado.
-Está bien. – Dijo Harry.

Ambas nos levantamos de las sillas. Liam, Louis y Niall y Harry me despidieron con dos besos. Sin embargo, el de rizos, se acercó a Hel y la dio un fuerte abrazo susurrándola algo al oído. Los demás chicos sonrieron dando por evidencia que entre ellos dos había algo. Yo, les miraba desde un ángulo solitario, donde estaba al tanto de ese abrazo. Continuaba dudando de ese chico.

Sin embargo, me faltaba despedirme de Zayn. Él estaba sentado en la silla, con el pie derecho apoyado en la rodilla izquierda, jugando con su gorro y con una sonrisa constante.

Le miraba mientras Hel continuaba en su largo abrazo con Harry.

¿Por qué no se despedía de mí? Volteé mis ojos y quité rápidamente esa pregunta de mi cabeza.

-Vamos, ____. Vámonos.

Hel me metió prisa agarrándome del brazo.
-Suerte esta noche, chicos. – Dijo Hel sacudiendo su mano.

Atravesamos apresuradamente ese pasillo y desaparecimos del estadio por una de las puertas traseras, como le había indicado Harry a Hel. 






2 comentarios:

  1. Perfecto!! Increíble!! Genial!! Fantástico!! Alucinante!!
    Me encanto jejeje besos =)

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  2. bueno bueno buenooo!!!! q forma mas sutil d pedir un telefonoo!! ajajja me encantaa!! *___* y el gif q has puesto d zayn!! valgame!! pero q es esto1! va a tener q venir la ambulancia cada dos por tres a mi casa!! merci ^^

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