Capítulo 7.

-¡Llegamos! – Exclamó.

-Hel, es un descampado.

-No pensaba que se aparcaría tan mal, querida. ¡Vamos, baja! - Me apresuró.

Ambas bajamos y yo seguía el paso de Hel, la que iba ilusionada y sonriente hacia quién sabe dónde.

Solo se escuchaban sus zapatos sonar por toda la calle. Era medio día y todo el mundo estaría comiendo.

-¡Aquí es! – Dijo entusiasmada.

Hel comenzó a correr como pudo hacia un chico de seguridad.

Yo, me bajé mis Rayban Aviator para comprobar qué era eso. ¿Un estadio?

-¡Vamos, ____! ¡Date prisa!

De nuevo, me coloqué mis gafas bien y me acerqué hasta ella.

Me apresuré y me puse a su altura. Ese hombre con el que minutos antes había hablado Hel, pulsó un botón con el que abrió una puerta.

Ambas pasamos. Ella, ilusionada. Yo, desorientada.

-¿Me puedes decir ya dónde estamos, Hel? – La pregunté cansada de seguirla el paso.

De repente comencé a escuchar una canción que me resultaba familiar. Igual letra, misma sinfonía. Algunos más instrumentos añadidos, quizás.

Narra Zayn.

Los chicos me iban a echar una gran regañina. Deberíamos haber empezado los ensayos hacía una hora y yo ni si quiera avisé de que me retrasaría.

Bajé de mi coche lo más rápido que pude. Al fin me pude deshacer de esa maldita braga.

Pulsé el botón que cerraba el vehículo y subí por la puerta trasera que llevaba al camerino. Entré y dejé mi chaqueta y mis pertenencias. Me quité las gafas y me miré en el espejo. Jugueteé algo con mi tupé y sonreí. ¿Cómo alguien se resistiría a tal belleza? Aun que de momento, esa pregunta estaba teniendo respuesta: ____.

Abrí de nuevo esa puerta y atravesé el pasillo siguiendo el sonido que se escuchaba. Estaban por la penúltima canción. ¡Qué apuro!

Sonreí arrepentido.

Me apresuré.

-¡Hey, Zayn! – Alguien me paró. - ¿Dónde te habías metido? Los chicos te estaban esperando. Louis está algo enfadado.

-Hola, Taylor.

Ella sonrió. Nuestra estilista tenía una sonrisa curiosa y atractiva, además de tener bastantes dotes de seducción.

-Simplemente me retrasé por asuntos personales.

-Entiendo.

Sonrió y sonreí.

-Bueno, date prisa. Están ensayando sin ti.

-Gracias por avisar, Tay.

Continué mi carrera y abrí la puerta izquierda del escenario.

-¡Ya estoy aquí! Lo siento chicos. – Exclamé.

Josh paró la batería al igual que todos los demás del grupo pararon sus instrumentos. El solo de Liam acababa de terminar y también los demás pararon de cantar.

-¡Al fin apareces! – Dijo Liam.

-Lo siento, no pude venir antes. – Dije quitándome la sudadera y tirándola a un rincón.

-Espero que tengas buena excusa, Paul te estaba buscando. ¡Al igual que todos! – Añadió Louis.

-Dejadle, anda. – Dijo Harry viniendo a mí.

Pasó su brazo por mi cuello y me acercó a su torso poniendo su boca en mi oreja.

-¿Seguro que asuntos personales? – Me preguntó susurrando a mi oído en medio de ese abrazo.

-Claro. – Le contesté.

-Seguro… - Sonrió y se agitó su cabello rizado.

-¡Venga, tíos! – Se quejó Niall. – Dejaros de tanto drama y terminemos de ensayar ya. Tengo hambre.

Todos nos reímos y comenzamos a comentar el evidente comentario de Niall.

Me coloqué en mi sitio y de nuevo comenzaron a tocar la canción “Tell me you love me” nuestro single.

Narra ____

“And let my kiss you”

La música paró tras un solo de los instrumentos. Todos los chicos que había sobre el escenario aplaudieron.

-Hel, ¿enserio me has traído aquí?

-Dios, esos chicos cantan realmente bien. – Hel ignoró mi pregunta.

-Hel, te estoy hablando.

-Cielo, relájate. No todos tienen el privilegio de asistir a un ensayo de BFY.

Puse mis ojos en blanco y crucé mis piernas a la vez que mis brazos.

Miré al escenario. Estabamos algo alejadas de ellos pero de algo podía estar segura: Ayer eran cinco miembros y hoy solo había cuatro sobre el escenario. Y sí, faltaba Zayn.

-Lo siento chicos. – Alguien apareció en el escenario. Era él.

Los músicos pararon mientras mi mirada fue a ese torso que dejó a la vista el pijito de Zayn. Se estaba quitando su sudadera pero no se dio cuenta de que, al quitársela, se le vio su torso adornado con tatuajes.

-¡Ahí está tu amor! – Me dijo Hel.

-Qué capulla. – Dije con mirada asesina. – Ese chico no me gusta. Y que sepas que no me gusta que estemos aquí.

-Sí no teníamos nada que hacer, no te quejes.

Última canción y todos los chicos hicieron una especie de saludo como despedida. Un último redoble con la batería y las luces se apagaron mientras la de los asientos se encendían.

Hel comenzó a aplaudir. Todos los chicos levantaron sus cuerpos de esa reverencia y nos miraron a las dos. Hel estaba entusiasmada, yo sonrojada.

Sin embargo, me sentía intimidada. La mirada de ese chico, Zayn, me atravesaba. Continuaba agarrado de otros dos componentes del grupo, pero no quitaba su mirada de la mía.

-¿Qué hacéis aquí? – Dijo Harry bajando hacia nosotras.

Hel fue a darle un beso en los labios, pero él giró la cara y sus labios fueron a parar a la mejilla del chico.

-Vinimos a veros. – Dijo Hel algo más desilusionada.

Harry se acercó a mí y, con una sonrisa, agarró mi cintura y me dio dos besos.

Los demás chicos bajaron, y el último, Zayn.

Todos se presentaron a Hel y después a mí. Todos menos Zayn.

Él se mantenía al margen, con una sonrisa radiante.