Días después.
-¿Qué tal tu
segundo día en casa? – Preguntaba mi amiga tomando asiento a mi lado.
-Bien.
Aburrido.
-No entiendo
cómo Jones pudo llegar a ese extremo… - Comentaba Hel mientras había su botellín de
cerveza.
Yo, me
mantenía abrazando a un cojín y mirando sin prestar atención a la televisión.
-Ni yo… -
Musité.
Devolví la
mirada hacia el televisor abrazando más fuertemente el cojín. Ladeé mi cabeza
un par de veces y volví a mirar a Hel que daba tragos largos a ese botellín.
-¿Sabes? Al
final le dije a Harry que no me iba a ir con ellos al tour. – Pronunció cuando
terminó de tragarse esa bebida.
Mi cara se
transformó completamente. Se me olvidó por completo el tour…
-¿Cómo? ¿Por
qué? – Pregunté.
-Ayer estuvimos cenando y comenzamos a hablar. Llegamos a la conclusión de que los dos somos jóvenes, él mucho más. Ninguno de los dos queremos atarnos a nadie, y yo no quiero dejar mi vida de aquí para irme con él. Además, no quería
dejarte aquí sola…
-¡Qué más
da! Estoy bien. – Mentí.
En realidad
estaba mal. Muy mal y hecha un completo lío. Parecía que alguien se había
cebado en hacerme la vida imposible.
Primero las
fotos, luego Zayn no quería saber nada de mí, me despidieron y el beso de Cody… Y
para colmo, en pocas horas el chico del que estaba enamorada tomaría un avión
el cual le llevaría a dar la vuelta a gran parte del mundo. Quizás ni le
volviese a ver.
- ¿No
piensas hacer nada? – Preguntó Hel.
-¿Cuándo?
-¿No piensas
irte a despedir de Zayn?
-Me lo dejó
bien claro, Hel. Él no quiere saber nada de mí. Sabes que yo sé cuando parar
las cosas, y esta es una de ellas.
Hel me
miraba pendiente de mi confesión. Estaba segura de que tenía ganas de
asesinarme. ¡Sabía que le quería y que todo eso era falso!
Al menos en
esos días, no se publicó ninguna foto más.
Mi móvil
comenzó a vibrar encima de esa mesa. Miré a Hel en busca de una mirada de
complicidad y ella me animó a cogerlo.
La esperanza
de que fuese él crecía y me abalancé sobre el aparato electrónico.
Sin embargo,
mi gesto cambió cuando vio de quien se trataba: “Cody”
Lo solté
rápidamente en el mismo sitio donde estaba y recuperé la postura previa.
-¿No lo vas
a coger? – Curioseó Hel.
-No… -
Balbuceé.
Mi amiga se
arrimó a la mesa y cogió el teléfono para mirar de quien se trataba.
-¡Es Cody! –
Exclamó.
-Sí, es él.
-¡Cógelo!
-No. No
quiero.
-¡Vamos!
Cody es tu amigo. Solo querrá consolarte.
-Estoy bien,
no necesito consuelos.
-Está bien,
lo cogeré…
-¡Espera! –
La interrumpí quitándole bruscamente el móvil de las manos.
Hel se quedó
sorprendida de mi reacción y me miraba perpleja.
Dejé el teléfono encima de la mesa y segundos después dejó de sonar.
-Hel…
Ella me miraba pendiente de mi confesión.
-Cody
me ha besó.
Mi amiga cerró
un instante los ojos para procesar lo que le acababa de decir y los volvió a
abrir para mirarme.
-¿Qué? –
Susurró incrédula.
Asentí con
la cabeza.
-¿Cuándo? –
Preguntó ella.
-El otro
día, cuando Jones me despidió.
Algo hizo
sobresaltarnos a las dos. El timbre.
Hel
continuaba pestañeando en el sofá y yo observando su reacción.
-Iré yo… -
Pronunció mientras se levantaba del sofá y se dirigía sin quitarme ojo a la
puerta.
Un calor
incómodo se apoderaba de mi cuerpo. Estaría roja, o quizás azul. ¿Quién sabe? Ya cualquier cosa era de esperar para mí.
Miré hacia
todas direcciones y encontré el botellín de Hel, el cual cogí y bebí un largo
trago para calmar mi sofocado calor.
-¡Cody! – La
voz de Hel exclamando ese nombre hicieron sobresaltarme.
Aclaré mi
garganta de la bebida y miré hacia todos los rincones.
-¿Puedo
pasar? – Escuché de la voz del chico.
-Bueno… la
verdad es que estoy liadilla… - Respondió Hel.
Mi búsqueda
continuaba. Necesitaba un sitio rápido.
-Tomaré eso
como un sí. – Dijo el chico.
-Pero,
espera Cody.
El
insistente tono de mi amiga no sirvió para nada ya que el chico ya había
emprendido camino hacia el salón.
No tenía
tiempo. Debía encontrar algún sitio rápidamente.
“¡Las
cortinas!” Me exclamé.
Rápidamente
me dirigí hacia ellas e intenté tapar la mayor parte de mi cuerpo con ellas.
Su poca
transparencia me impedía ver con claridad donde estaba el chico, por lo que
tuve que abrirlas un poco.
-¿Y ____? –
Preguntaba.
Mi amiga
miraba por todos los rincones del salón. Estaría sorprendida de mi rápida desaparición.
-¿Está aquí?
– Insistía el chico. – Necesito hablar con ella, es algo muy importante.
-No… no… Bueno, en realidad no sé. - Pronunció Hel confusa.
-La he
estado llamando pero no me cogía el teléfono.
-No sé donde
está, Cody. Será mejor que te marches y otro día, más tranquilamente pues…
Un terrible
golpe nos intimidó a todos. El cuadro que tenía al lado de las cortinas se había
caído y había impactado fuertemente contra el suelo.
Mis ojos
estaban apretados con fuerza, al igual que mis puños apretaban la cortina.
-¿Qué ha
sido eso? – Preguntó el chico.
Tapé
rápidamente mi cara con el cacho de tela y contuve la respiración.
-No sé,
Cody… - Hel corría detrás de él. – El viento.
-Entonces
será mejor que cierres la…
El chico
cogió la cortina y la desplazó hacia un lado, dejándome casi desnuda de
excusas.
Eso no lo
había pensado. No.
Narra Zayn.
Revisaba por
última vez la lista de cosas que me llevaría por toda Europa.
No me
olvidaba de nada, o eso creía.
-¿Estás
listo? – La voz femenina de Taylor invadió completamente mi habitación.
-¿Cómo has
entrado? – Pregunté sobresaltado.
-Harry me
prestó las llaves, están esperándote.
La chica se
acercó a mí y besó sutilmente mis labios.
Rodeé su
cadera y correspondí ese dulce beso con otro.
-Enseguida
voy. – Concreté.
Taylor
abandonó sonriente la habitación y yo cerré la maleta por fin.
Eché un
último vistazo a mi habitación.
Ahí empezaba
el sueño de cualquier persona que soñaba con triunfar en el mundo de la música.
Ahí empezaba el sueño que cualquier chico desearía tener.
Pero yo no
estaba entusiasmado. Me dejaba algo en esa ciudad que había marcado un antes y
un después en mi vida. Me la dejaba a ella.
Era
inevitable no pensarla, más bien era imposible. Pero ese dolor al ver las
fotos, ese dolor a ver la traición era demasiado grande comparado con lo que sentía por ella. Me dolió muchísimo.
Aspiré por
última vez el aire de esa habitación y cerré la puerta.
~
-¡Ya está
todo! – Exclamó Paul metiendo mis maletas en la parte trasera de la furgoneta.
-¿Estáis
listos, chicos? – Exclamó Niall.
-¡Estamos
listos! – Contestaron Liam, Louis y Harry.
Mi énfasis
no era el mismo que el de ellos. No se comparaba.
Algo me
ataba a esa ciudad, algo me pedía que no me fuese. Algo que, fuese lo que
fuese, no podía descubrir.
Todos
tomamos asiento en la furgoneta.
Mi asiento
estaba al lado del de Taylor, que se acomodó mucho antes que yo.
-Gracias. –
Me susurró ella posando su mano en mi pierna.
-¿Por qué? –
Pregunté curioso.
-Por darme
una oportunidad en tu vida.
La sonreí.
“Es el
clavo” Me dije “Ella es el clavo”
Pero por
mucho que me intentase auto convencer, en mi mente solo estaba ella, ______.
El motor del
coche comenzó a sonar. El vehículo comenzó a andar.
Ahí dejaba
todo. Ahora íbamos rumbo al aeropuerto. Ya no había marcha atrás.
Próximo
destino: Europa.
Narra _____
La cara
perpleja de Cody me descuadró. Sus ojos parecían enrojecerse. Parecía haberle
sentado realmente mal.
-Hola… -
Musité.
-¿Qué hacías
ahí escondida? – Preguntó, como pudo.
-No estaba
escondida, solo… limpiaba los cristales.
-Tranquila.
– Exclamó él. – No venía a besarte, ni a nada por el estilo. Sólo venía a
ayudarte…
Le miré
culpable y tragué saliva.
-¿En qué? –
Pregunté.
-Sé quien ha
publicado las fotos. – Confesó.
Siguiente!! Por favor!! No puedo con esta intriga!!
ResponderEliminarPor lo que más quieras!!
Esta novela me puede!! Es muy adictiva!!
Nerea ahora te lo pido porfavor, el martes me voy a Irlanda y no podre leer. SUBE MAÑANAAAA! Porfavor:'))
ResponderEliminarDios miioo!!!! pero como me dejas asi? diosdiosdios yo creo que ya se quien pudo ser....buf me estas dejando asi de preocupada como pasó en Appeared....me encanta enserio necesito el siguiente!!!! sigue asi!
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