miércoles, 19 de junio de 2013

Capítulo 33.

Narra  Zayn.

Me levanté del suelo y comencé a andar hacia dentro del parking para montarme en el coche y salir de esa revista.

Aún olía a ella. Esa chica era increíble. Completamente diferente a las demás.

No había pasado suficiente tiempo y ya la echaba de menos.

Me acerqué al vehículo negro y, tras pulsar el botón, me adentré en él.

Me puse en el asiento del piloto y me acomodé.

Estiré mis brazos y los coloqué detrás de la nuca. Mi vida era demasiado estresante, pero sin embargo, tenía algo normal en ella: ______.

La quería, mucho. La quería como a nadie, y sin embargo, no se lo decía a menudo, o al menos no lo suficiente.

Miré mi móvil y le desbloqueé para llamarla. Necesitaba recordarla que la quería.

Dos pitidos. No me contestaba. Qué raro.

Tres, cuatro…

-¿Sí? – Por fin me contestó.
-Hola, preciosa.
-Ho…ola, Zayn. – Balbuceó.
-¿Estás bien? – Pregunté.
-¿Y tú? ¿Lo estás?
-Sí, yo claro que sí. ¿Por qué? ¿Qué te pasa?
-Na…ada… Luego hablamos.
-Pero, ¿estás bien?

Un pitido constante anunció que había llegado el fin de la llamada.

Estaba nerviosa, intranquila. ¿Qué la pasaría?

Narra _____

Colgué el teléfono. Mi pulso estaba inquieto. Como pude, lo metí en el bolsillo trasero de mi pantalón.

Ni siquiera la mirada de mi compañero ya me tranquilizaba. Ni siquiera que sus manos estuviesen apretando con fuerza las mías lo hacían.

¿Por qué ahora? Lo acabábamos de arreglar. ¿Por qué?

-Tranquilízate, ¿quieres? – Me dijo mirándome a los ojos.

Tragué saliva y mis lágrimas no cesaban. Aquí se terminaría todo, mi tranquilidad sobretodo. ¡Y mi trabajo! Oh Dios mío…

-Necesito agua, Cody…
-Vamos a la cafetería.

El chico me cogió de la cintura y comenzamos a subir las escaleras hacia la primera planta donde se encontraba la cafetería.

Mis piernas se tambaleaban y me era difícil mantener el equilibrio. Si no fuese gracias a las inmensas manos de Cody rodeándome, yacería en el suelo desde hacía ya rato.

El último peldaño y pisamos suelo firme.

-¿Mejor?  - preguntó el chico.
-No. – Negué con la cabeza.

El chico giró el labio y pasó su brazo ahora por mi cuello, acercándome a su torso.

Fue lo único que logró tranquilizarme por fin y era el latido de su corazón tan cerca de mi oído.

Su perfume tan dulce y su respiración me hicieron olvidar, al menos, un poco todo.

Llegamos por fin a la cafetería de la primera planta. Respiraba fuerte.

-Vete a la mesa, yo pediré. – Musitó Cody
-Dije que la próxima vez invitaba yo. – Repliqué.
-¿Crees que estás en condiciones de pedir algo? ¡Y menos un café! Necesitas un té o algo más tranquilizante.

Le miré y asentí con la cabeza mirando alrededor mío. ¿Cuánta gente que estaría allí sabría ya lo de Zayn? 

¿Y cómo todos esos periodistas sabrían todo?

Me senté en la mesa más próxima a mí. Mis manos estaban en mi sien, masajeándola.

Saqué la placa para observarla y tranquilizarme, sería lo mejor. Pero no podía. La idea de perderle de nuevo me ponía nerviosa y no, por ningún medio quería.

La puerta de la cafetería se abrió y, por inercia, levanté la mirada hacia ella.

Una silueta que me resultaba familiar entró sofocada, mirando hacia todos los lados.

Me levanté rápidamente de la silla y me dirigí hacia ella. Era Hel.

La chica me vio y se acercó a mí corriendo.

-¡____! – Exclamó viniendo hacia mí y agarrándome de mi cara.
-¿Lo sabes? – La pregunté.
-¿Cómo coño se han enterado? – Insistió ella.  
-No lo sé, Hel. Pero tengo miedo, mucho miedo…
-¿Lo sabe Zayn?
-No. – Miré hacia todos los lados. – O al menos hace diez minutos no.

Me quedé callada de nuevo mientras los dos ojos de Hel miraban a los míos, empañados.

-Y tú, ¿cómo lo sabes? – La pregunté.
-Ahí afuera hay miles de periodistas con una foto vuestra, de noche, besándoos.

Mi cara se transformó completamente en sorpresa.

No me lo podía creer, encima había pruebas…

-Tenemos que parar el rumor como sea. Antes de que se entere medio mundo. Tenemos que hacerlo. - Insistió Hel.

Narra Zayn.

Aparqué mi coche en el parking del estadio donde nos tocaba ensayar. De nuevo lo revisé y me miré en los cristales de las puertas traseras.

Retoqué mi tupé y comencé a andar.

Subí las escaleras del parking. Eran en forma de caracol y bastante amplias.

-¿Zayn Malik?

Un hombre que se encontraba al final de esas escaleras pronunció mi nombre.

-Sí, soy yo. – Confirmé.
-Sígame. No es seguro que pase por los patios solo.

Me coloqué al lado del hombre.

Era grande, ancho y fuerte. No tendría más de unos cuarenta años, pero estaba en plena forma.

Los dos comenzamos a andar y llegamos a un patio amplio, totalmente vallado.

En cuanto pisé el suelo de aquel patio, unos gritos me invadieron. El hombre de inmediato puso su mano en mi espalda.

Todas los fans volvieron locos cuando comencé a atravesar el patio.

-Quiero acercarme. – Le pedí al hombre.
-¿Estás seguro? – Preguntó.
-Claro. Todo esto está vallado, no pasará nada.

El segurata se encogió de hombros y me dirigí hacia la valla, seguido de él, donde estaban la mayoría de chicas.

Todas comenzaron a gritar más fuerte a medida de que me iba acercando.

Pronunciaban mi nombre por todos lados. Todas me daban su teléfono móvil para hacerse una foto conmigo, otras me daban folios para que las firmase, otras banderas…

Todas estaban sonrientes. Pero una chica en primera fila me llamó la atención. Ella no me pedía una foto, ni un autógrafo; Ella pedía que acudiese, simplemente.

-Zayn, por favor. Ven. – La cara la tenía roja. Parecía estar realmente preocupada.
-Dime. – La contesté asistiendo.

La chica comenzó a temblar, estaba demasiado nerviosa.

-Estoy muy nerviosa – Balbuceó. – pero todas queremos saber la verdad. Por eso no te voy a pedir una foto o un autógrafo antes de preguntarte esto.

Esa chica me estaba preocupando. Su gesto no era demasiado agradable y lo que me decía tampoco lo era.

-Zayn, van a comenzar los ensayos. – El segurata me apresuró. – Tenemos que irnos.
-Espera, por favor. – Le rogué. – Dime. – Me dirigí a la chica.

Rebuscó en su teléfono móvil como pudo. Su pulso estaba tembloroso y todas las chicas estaban pendientes de ella. Parecía que todas sabrían qué me preguntaría.

-¿Esta foto es un montaje? – Logró preguntar.

Su móvil entró hacia el patio entre las rejas. Rodeé sus manos que sujetaban el móvil y no paraban de temblar para poder mirar más claramente la pantalla.


Mi boca se entreabrió y mis ojos se salieron de las órbitas cuando me fijé que los de la foto éramos nosotros. Éramos _____ y yo. 


PD. Comienza el final de BFY... :)




3 comentarios:

  1. Vale, estoy en shock, como lo saben todos? Dónde sacarn la foto? Ahhhh!!
    Ya se acerca el final? Cuantos capítulos quedan majso menos?
    Besos <3
    PD: no quiero que se acabe, pero en fin, es lo que toca

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  2. OTRA VEZ LA ESTA LIANDO CAROL?! AUNQUE TAMBIEN SOSPECHO UN POCO DE CODY, MMMM... No puedo creer que el fibal se va acercando ;_;

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  3. pero pero.. estamos tontoss!! el final ya?!! esto no puede acabarse por gente asii1!! me niegoo1! jajaja

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