lunes, 24 de junio de 2013

Capítulo 35.


*ESCUCHAR MIENTRAS SE LEE* 



Esperaba ansiosa dentro de los patios de la revista. A mi lado estaba Cody, con la mirada fijada en mí y en mi desesperación.

Tenía ganas de derrumbarme, muchísimas. Pero por alguna razón, quizás el estado de shock en el que me encontraba, me impedía romper a llorar.

-¿Estás bien? – Preguntó Cody.
-Intento.
-Lo mejor será que te tranquilices.
-Lo sabe, Cody.
-Pero tú no has publicado esas fotos. No tienes por qué sentirte culpable.

Miré al suelo y pestañeé rápidamente para evitar, ahora sí, salir las lágrimas de mis ojos.

Estaba perdida, aturdida. Un montón de sentimientos se apoderaban de mí en ese momento, y ninguno bueno.

-Será mejor que te metas adentro. – Musité.
-Esperaré a que llegue Zayn.
-No hace falta, Cody. Estoy bien.

El chico se acercó a mí y me levantó la barbilla para dirigir sus ojos a los míos.

-No lo estás. – Susurró.  – No te pienso dejar sola.

Sonreí débilmente. Si no fuera por Cody, ahora mismo estaría tirada en el suelo, pataleando como una niña que acaba de perder su osito de peluche favorito.

-Gracias, de verdad.
-No soy ningún desconocido, no me las des.

El sonido de un motor hizo que mis ojos se acercasen a una pequeña rendija que había al lado de la puerta de los patios.

Ahí estaba ese mercedes negro que tantas veces ya me había montado.

-Ahí está. – Dije alejándome de él.
-Mucha suerte. – Musitó.

Le sonreí en forma  de agradecimiento y, tras pasar el lector, se abrió la puerta.

Un leve brote de aire me alborotó el pelo. Sujeté mi bolso fuerte para que no le desplazase a él y atravesé la puerta cuando se terminó de abrir.

Cogí aire. Me estaba intentando auto convencer de lo que me esperaba ahora no iba a ser nada fácil. Ni mucho menos.

Al contrario.

Coloqué mi pelo mientras andaba hacia el vehículo. Rezaba porque él no estuviese muy enfadado.

A punto de montarme en él, mi móvil comenzó a sonar en el interior del bolso.
Lo miré sobresaltada y lo saqué. Era Hel, ¿qué habría averiguado?

-¿Sí?
-Hola, ____.
-Hola, Hel.
-Tengo malas noticias.

Miré por un momento al coche donde dentro estaba Zayn, intentando disimular lo máximo posible.

Del interior del coche salía humo, por lo que supe que estaba fumando.

No sabía si tenía exactamente el valor suficiente como para saber cómo llegó esa foto hasta ahí, pero ya no había marcha atrás. El daño ya estaba hecho.

-Dímelas. – Musité, casi sin fuerza.
-Las han subido desde tu cuenta.
-¿Desde mi cuenta? ¡Hace siglos que no la uso, Hel!
-Lo sé. Pero alguien ha conseguido hackearla. Las fotos están subidas desde ahí.
-Pero… ¡Es una tontería! ¿Cómo iba a querer delatarme yo misma?

Estaba desesperada y la impotencia se apoderaba de mí.

-Es todo muy raro.

Zayn asomó algo su cabeza para mirarme.

-Hel, te dejo. Luego te llamo.

Colgué el teléfono.

Lo guardé en el bolso mientras me iba dirigiendo al coche. Mi pulso temblaba y mi corazón parecía pedir paso para salirse de mi pecho.

No estaba preparada para escuchar lo de ese chico, y menos ahora.

Agarré el pomo de la puerta y tiré de él hacía mí.

Cerré los ojos intentando evitar que las lágrimas aguantasen, aun que fuesen unos minutos.

-Hola. – Saludé mientras tomaba asiento.

El chico colocó la visera de la gorra que llevaba en su cabeza.

-Hola. – Saludó, seco.

El silencio reinaba mientras el motor del coche rugía, pero el vehículo no se movía.

Zayn tenía las dos manos entrelazadas, esperando un argumento que jamás iba a llegar.

Me miró entendiendo que no lo iba a hacer y mordió sus labios pasando previamente la lengua sobre ellos para humedecerlos

-No puedo creer que hayas hecho esto. – Dijo, casi sin fuerza.
-Zayn, no…
-No. – Me interrumpió. – Te he dado tiempo para que te expliques.
-No he sido yo, joder.
-¡Fuiste tú! Quisiste joderme. ¿Cómo pude ser tan imbécil? Lo único que querías era el dinero, tu ascenso, tu beneficio. Yo a ti no te importo.

Las lágrimas comenzaban a abandonar las órbitas de los ojos de Zayn.

Se llevó las manos a la cara para evitar que le viese.

-¡Se lo dijiste! – Exclamó.
-Yo no he dicho nada, Zayn. Te lo prometo. No fui yo.
-Admítelo.
-¿Cómo quieres admita algo que no he hecho? Zayn, tienes que creerme. Jamás les diría nada. No quiero fama, no quiero dinero ni tampoco méritos que no son míos. Nunca te haría esto, te lo prometo.  

Mis lágrimas no pudieron resistir más y comenzaron a caer como una cascada por mi rostro, esparciendo todo el maquillaje sobre él.

-Pues lo has hecho. – Susurró.
-¿No me vas a creer? – Pregunté.

Levantó la cabeza, la cual tenía dirigida a sus manos, y coincidió sus ojos rojos y encharcados con los míos, que se encontraban en la misma situación.

-No puedo.

El chico negaba lentamente con la cabeza.

Respiré fuerte y llené mis pulmones de aire suficiente para preguntarle.

-¿Qué quieres decir con esto, Zayn?
-No me gustan las personas interesadas.
-¡Y no lo soy! - Exclamé desesperada.
-No quiero volver a verte, _____.

Mi cabeza se giró bruscamente hacia sus ojos.

-¿Cómo? – Exclamé.

Las lágrimas no paraban de caer sobre mi rostro. No podía parar de llorar.

-Vete. – Me ordenó.

Giró la cara hacia la ventana mientras ponía su dedo índice en la barbilla. No quería que le viese llorar.

Le miré. Cogí aire para decirle algo, para insistirle. Pero rápidamente lo solté cuando me di cuenta de que era inútil.

Agarré mi bolso y después abrí la puerta de ese mercedes negro por última vez.

La cerré bruscamente y, limpiándome el rostro, fui hacia el parking para recoger mi coche.

Al girar la esquina un montón de periodistas estaban esperando, seguramente a alguien como yo. O mejor dicho, a mí.

Me colocaba las gafas de sol en los ojos para que no me viesen derrumbada.

Todos se abalanzaron sobre mí, no me dejaban espacio.

Los micrófonos se ponían cerca de mi boca y las cámaras intentaban grabar algún testimonio. Flashes de cámara me alumbraban.

“¿Por qué publicaste esas fotos en internet?”  “¿Es cierto que llevabais esta relación en secreto?” “Si es así, ¿Qué te llevó a traicionar de esa manera a Zayn Malik?”

Miles de preguntas a las cual ignoraba.

¿Ahora mí día a día iba a ser así?

Jamás me había dado cuenta de lo angustioso que puede llegar a ser para alguien este tipo de vida, pero jamás me di cuenta de que yo era como ellos. Sin embargo, todos esos periodistas no se daban cuenta de ello, que yo era una más. Una periodista que se dedicaba a fotografiar a los famosos para llegar a fin de mes con un sueldo estable.

Andaba abriéndome paso entre toda esa multitud de medios de comunicación.

Saqué el lector para abrir la puerta y lo pasé por los infrarrojos.

-Yo no he sido.

Exclamé a todos esos medios de comunicación que me rodearon antes de entrar al parking.

Después, atravesé esa puerta, cerrándola, dejando atrás a todos esos periodistas que buscaban información que no recibirían.

Cogí fuertemente aire y lo solté con demasiada fuerza.

Mi cuerpo se apoyó en la pared y comenzó a resbalar hasta contactar con el frío suelo.

Recordé todos los momentos que había pasado con él. La fiesta, el restaurante, el mirador, el parque de atracciones, el concierto, los ensayos…

Todos esos momentos increíbles que había vivido con él, llegaban a su fin.

Él mismo me lo había confirmado; ya no quería verme, no quería saber nada más de mí.

Aquí acababa mi intensa relación con ese famosito al que no soportaba y, ahora, sin embargo, estaba enamorada de él hasta el último mililitro de sangre de mi cuerpo.


Por esa sencilla y simple razón, no iba a parar de buscar al culpable de todo esto, porque estaba enamorada de él y le necesitaba a mi lado, para siempre. 


3 comentarios:

  1. Me encantó!!!!
    Por un lado no quiero que se acabe, pero por otro si!!!!
    Sube pronto, tu novela es muy adictiva enserio =)

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  2. Amo tu novela ojala pudiera escribir = q tu!!!no quiero q se acabe suu relacion besazos cari!!!

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  3. De verdad que no, que no puedo.. demasiados conceptos y ... esto es por lo que leo tu novela, todos lo capítulos, todas estas canciones.. GUAU, un gracias es pequeño, lo siento

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