Narra Zayn:
Mensaje
enviado. Acabábamos de terminar el ensayo, mañana sería el concierto.
Estaba
sentado en el borde del escenario, moviendo mi mano por todas partes de mi
cabeza.
Estaba
feliz, había conseguido lo que quería, a ella. Aun que, desgraciadamente, la
alegría me duró poco. Carol seguía incordiándonos a todos, sobre todo a mí.
Ladeé mi
cabeza y procuré no preocuparme más por el tema de ella. Ya se cansaría de
rogarme y de esperar respuesta, la cual no obtendría.
-¿Qué haces
aquí tu solo? Los chicos se han ido a dentro.
Taylor
aparecía por el escenario, atravesándolo y sentándose al borde, a mi lado.
-Hola, Tay.
Ella sonrió
y metió sus manos debajo de sus piernas.
-¿Te pasa
algo? – Preguntó extrañada.
-No. Nada.
-Te fue a
ver, ¿no?
-Sí, lo
hizo.
-Intenté
convencerla, pero fue imposible.
-¿Cómo
entró, Tay?
-No lo sé.
Tuvo que ingeniárselas bien, ni siquiera tenía un pase.
Regresé la
mirada a las vallas donde las chicas se pondrían para coger primera fila.
-Ya veo… -
Encogí los hombros y volví mi mirada a ella.
Esa chica
era muy guapa, demasiado. Sus ojos celestes tenían algo curioso, diferente.
-¿Qué miras?
– Preguntó con una sonrisa en su cara, encogiendo algo los hombros sin saber
qué era lo que miraba.
-Tus ojos. –
La contesté.
Ella sonrió
y sus mofletes enrojecieron algo.
-¿Qué les
pasa?
-Son
bonitos.
Ella sonrió
y miró hacia abajo intentando ocultar su vergüenza.
-Me voy a ir
ya, Tay. – Le dije.
-Sí, yo
también. Tengo que ir a retocaros la ropa para el tour. – Me informó.
Me levanté
del escenario y sacudí mis pantalones, guardándome el móvil en uno de los
bolsillos. Después, me acerqué a la chica y la cedí mi mano para ayudarla a
levantarse.
Ella sonrió
y puso su mano en la mía. Tiré de ella hacia arriba y se levantó.
Sin embargo,
no se levantó como normalmente, sino que, se quedó pegada a mí. Muy cerca de mi
cara, muy cerca de mis labios.
Narra _____
-¿Qué pasa?
– Pregunté a una chica que andaba por ahí, intentando averiguar lo mismo que
yo.
-No tengo ni
idea. – Contestó. – Seguramente algún famoso.
Me encogí de
hombros y regresé a mi ordenador. Arrastré la silla hacia atrás y, sin darle
mayor importancia, tomé asiento.
-¡No! –
Exclamó Hel detrás de mí. –No te sientes.
Me levanté
acto seguido y la miré.
-¿Qué pasa? –
Pregunté alarmada.
-Carol…
Su cara
entristeció al pronunciar ese nombre. Sin embargo, la mía no encontraba el
gesto con el cual expresarse.
-¿Qué hace
ella aquí? – Exclamé.
-Dice que ha
vuelto con Zayn.
Mi cara
ahora sí que estaba totalmente descuadrada.
-¡¿Qué?!
-Quiere
hablar con Jones. – Me informó Hel.
-¿Qué coño
pinta ella aquí?
Pasé al lado
de Hel dándome un leve golpe con su hombro. Fui apresuradamente al ascensor y
pulsé el botón. A los segundos, apareció Hel detrás de mí.
-¿Dónde vas?
– Preguntó metiéndose en el ascensor conmigo.
-Voy a
hablar con ella.
-¿Estás
loca?
-Hel, Zayn
es mío.
La cara de
mi mejor amiga se descuadró cuando escuchó eso.
-¿Cómo que
es tuyo? – Preguntó encogiéndose de hombros
-Es mi
novio. Él es mío.
Hel abrió la
boca de par en par y se acercó a mí.
-¿Y has
tardado tanto en contármelo?
-No he
tenido tiempo. – La contesté.
Se abrió la
puerta del ascensor y abandoné el armatoste. Apresuré de nuevo el paso
atravesando el gran hall que había en esas oficinas.
-¿Y cómo? –
Preguntaba Hel detrás de mí, sofocada.
Ignoré su
pregunta obvia y tiré de la puerta de la entrada.
Los hombres
de seguridad que retenían a la chica giraron su cara para mirarme. La chica
levantó su mirada también.
Cuando
nuestros ojos chocaron, ella sacó la misma sonrisa malvada que el día anterior
lucía.
-Hola,
cielo. –Dijo dejando de hacer fuerza en contra de los guardias.
Entrecerré
los ojos y la miré con rencor.
-¿La
conoces? – Me preguntó uno de los hombres.
-Sí.
-¿La dejamos
pasar? – Insistió.
Baje las
escaleras, también ignorando la pregunta de ese hombre, que no la soltaba, y me
situé delante de esa chica.
-¿Qué haces
aquí? – Le pregunté con rabia.
-Quiero
hablar con el señor Jones. – Dijo risueña.
-No está.
-Quiero
contarle lo bien que me lo pasé anoche con Zayn, en la cama de mi hotel. – Dijo
entre sonrisas.
Apreté los
dientes.
-Hija de
puta.- Susurré.
-Tranquila,
cielo. Él solo se acuerda de ti para sacar el lado empalagoso y romántico. Pero, ya estoy yo ahí que sé darle más cosas a parte
de besos.
Algo instantáneo
salió de mí. Mi puño se elevó y quería ir a parar a la cara de esa chica, pero alguien
lo retuvo.
-¿Estás
loca? – Preguntó Hel sujetándome la mano.
La chica
empezó a agitarse riéndose a carcajadas y los hombres de seguridad la agarraron
con fuerza.
-Déjame,
Hel. - La pedí.
-¡NO! –
Exclamó ella dando la vuelta a mi cuerpo y poniéndome de frente a sus ojos. –
Estás en tu trabajo. Como la toques un pelo, no solo te quedarás sin ascenso,
sino que te quedarás sin trabajo. – Me dijo mi mejor amiga intentándome calmar.
-Hel, quiere
dar una noticia falsa. Zayn no es su novio. Zayn no está con ella. ¡Está
conmigo!
-Pero eso
Jones no lo puede saber. – Me interrumpió Hel sujetándome más fuerte las manos.
– Déjala, que diga lo que quiera. Además, Jones no está, nadie la puede atender.
Bajé mi
mirada y respiré profundamente un par de veces para tranquilizarme.
Miré hacia
atrás y ella seguía risueña, sujetada por esos dos hombres.
La mandé una
mirada con desprecio y subí las escaleras de la entrada, hasta llegar a la
puerta del hall.
-Echadla de
aquí, por favor. – Les rogó Hel a los hombres, que acto seguido, se abalanazaron
sobre ella para echarla de los patios de las oficinas.
-No. –
Interrumpió Carol. – Me voy yo sola.
Me detuve
para esperar a Hel y de nuevo miré la silueta de esa repugnante chica.
-Pero esto
no queda aquí. – Amenazó Carol. – Siempre me salgo con la mía, querida.
Sonrió
maliciosamente dejando atrás a los guardias que cerraban
las puertas de los patios.
Narra Zayn.
Ambos nos mirábamos
pendientes. ¿Cómo estábamos tan cerca? Ninguno lo sabíamos.
Una sonrisa
de la chica hizo que me diese cuenta de la situación y la soltase para
alejarme.
-¿Qué ha
pasado? – Preguntó Taylor riéndose.
-No sé… ha
sido raro. – Contesté yo.
-Lo ha sido.
Ambos reímos.
-¿Haces algo
a la hora de la comida? – Me preguntó la chica.
-He quedado.
– Contesté girando el labio.
-Vaya... - Soltó desilusionada. - ¿Y para
cenar tiene planes el chico ocupado? – De nuevo me preguntó, y esta vez, me lo
tomé como algo más sugerente.
-Aún no lo
sé.- Me encogí de hombros. – Es lo que
tiene la vida de un famoso.
-Bien, te
llamaré. Si no tienes nada que hacer, ¿Me permites invitarte a cenar?
Levanté la
mirada corriendo y la miré a los ojos tan azules que tenía. ¿Mi estilista pidiéndome
una cita? No entendía nada, pero, ¿Por qué? Yo no sabría si podía, había
quedado con _____.
-Sí. –
Contesté inconscientemente. – Claro.
La chica
sonrió satisfecha por la respuesta y abandonó el escenario.
Yo, sin
embargo, me quedé ahí intentando cuadrar todo lo que acababa de pasar.
Perfecto, perfecto, y perfecto.
ResponderEliminarAhora puedo dormirme en paz
Besos <3
Siguienteeeee , me tienes engachada a la anovela.
ResponderEliminarAy ay ay! Que perfecto! Toda la tarde y noche esperando el capítulo y ha valido la pena como siempre! Un beso y SIGUIENTE!
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