Volvía a
golpear la puerta.
-Hel, ¿estás
ya?
-Cinco
minutos. ¡Vete eligiendo ropa! – Me gritó desde el interior del baño.
-La tengo.
-¡Zapatos! –
Gritaba desde dentro.
-Los tengo.
Hel se
dirigió a la puerta y la abrió.
-Pues vete a
ver la tele, solo tardo cinco minutos. – Me dijo.
De nuevo la
cerró.
Suspiré y
comencé a andar hacia el salón.
Estaba
demasiado cansada. Aún no entendía como había podido aceptar. Zayn no paraba de
insistir.
¿Cómo sería un concierto de esos chicos? Increíble, seguro. Eran muy
profesionales y seguramente que sabrían hacer su trabajo.
Cogí el
mando de la tele y busqué un canal de música. Lo puse y cogí mi móvil.
Tenía un
mensaje nuevo, ¿de quién sería?
“Me debes una noche, ¿recuerdas?”
De Zayn.
Sonreí al
leerlo. ¿Enserio sonreí? Fue sin querer, no quería. Mi orgullo era demasiado
grande como para admitir que me gustaba. Aun que no sabía si era exactamente
eso. Sólo sabía que ese chico era diferente, sin duda.
Él insistió
y me aseguró en todo momento que lo haría, que conseguiría que me enamorase de
él. No quería que lo consiguiese, ese chico no era mi tipo.
-Huy…- – Hel
apareció detrás de mí.
Levante mi
cabeza y guardé el móvil detrás de mi espalda para que no lo viese.
-¿Qué
pasa? - Musité como pude.
-Te he
llamado tres veces, ya he acabado. – Dijo sonriendo.
-No te he
oído. – Confesé.
-¿Con quién
hablabas?
-Con nadie,
¿acaso me has escuchado hablar con alguien?
-Tu cara no
decía lo mismo. - Hel sonrió pícaramente. – yo creo que Zayn te está empezando
a gustar.
La miré y
puse mis ojos en blanco.
-¡¿Enserio?!
– Exclamó poniéndose las manos en la cara.
-Cállate,
Hel.
-¡Al final
caíste rendida a los pies del morenito, cielo! – Se sentó a mi lado y comenzó a
dar palmaditas en la espalda.
-Eres
idiota, enserio. – Me puse de pie. – Ese chico no me gusta y no me va a gustar
nunca.
La lancé el
cojín que tenía entre mis brazos y atravesé el pasillo hasta adentrarme en el
baño, donde me tocaba retocarme.
~
-Cielo,
vamos a llegar tarde. – Hel estaba sentada en el respaldo del sofá.
-Si no
hubieras salido tan tarde del baño no iríamos tarde. – Dije retirándome el pelo
para que Hel me abrochase el collar.
-El
concierto empieza en cincuenta minutos y tardamos treinta en llegar, eso
contando con que no haya tráfico. – Colocó mi pelo en su sitio. – Ya está. –
Dijo cuando me abrochó el accesorio.
Abrimos la
puerta y bajamos en ascensor hacia el parking donde teníamos nuestros coches.
Nos montamos
en el mío, ya que la última vez fuimos con el de Hel.
Conducía yo.
Hel movía su cabeza al ritmo de la música, yo la miraba asombrada. Estaba
realmente ilusionada por ese concierto. ¿De verdad estaba tan pilladísima por
Harry?
-¿Qué tal
con Harry? – Pregunté.
-¿Y esa
pregunta? – Contestó en el mismo tono que el mío, asombrada.
-Por hablar
de algo, ya no me cuentas nada. – Dije.
-¡Tú tampoco
me habías contado que te gusta Zayn! – Exclamó sonriendo.
-¡Que no me
gusta, Hel! – Fruncí el ceño.
Ella sonrió
y me miró.
-Bien. Todo
bien.
-Es un crío…
-Lo sé, pero
me gusta. Me gusta mucho.
La miré y
sonreí. La estaba haciendo feliz. Hacía mucho que no veía a Hel tan sonriente.
Mire recto.
¡Mierda! Había tráfico, como nos temimos.
Narra Zayn.
Veinte minutos
para empezar el concierto y ellas todavía no estaban aquí. ¿Qué habría pasado?
Quizás se les hubiera interpuesto algo y no podrían venir, pero hubieran
avisado…
-¿Te pasa
algo? Llevas media hora aquí sentado, mirando a tu teléfono. – Niall se acercó
a mí y se sentó en el reposabrazos del sofá, pasándome su brazo derecho por el
cuello.
-No, nada.
-Esa chica
te gusta, ¿eh? – Dijo indiscretamente.
-¿Quién?
-Esa chica,
la amiga de la que le gusta a Harry.
-A Harry le
gustan muchas, Niall.
Él puso los
ojos en blanco.
-La de
ahora, Zayn.
-No me
gusta. – Mentí.
-Claro que
le gusta, hazme caso. – Harry apareció en la escena y se sentó en el asiento de
mi derecha.
-¡Qué no! –
Exclamé.
Niall y Harry
se miraron antes de echarse a reír.
-¡Vamos
anda! Tenemos que cambiarnos, en quince minutos salimos. - Informó Niall.
Los dos se levantaron
y se acercaron entre sí. Después chocaron su mano y se abrazaron mientras
abandonaban el camerino.
De nuevo miré
el móvil. Ni una sola llamada ni un solo mensaje de ella.
-¿Quieres algún
retoque más?
Miré hacia
arriba y vi como Taylor entraba en la sala acercándose a mí.
-No,
gracias. – Sonreí.
-Está bien. –
Sonrió ella también. – Ese tupé te queda bien, deberías hacértelo más a menudo.
-Sí, estoy
de acuerdo. – Dije levantando la ceja de forma interesante.
Ella sonrió
y se sentó a mi lado. Estuvo en silencio unos segundos, mirándome mientras yo
no quitaba ojo a la pantalla de mi móvil.
-Hablé
anoche con Carol. – Me informó.
Mi tripa se
hizo un nudo cuando escuchó esa frase.
-¿Y qué te
dijo? – Me digné a preguntar.
-Simplemente
que quería verte para aclarar las cosas.
-No quiero
verla, Tay.
-Lo sé, lo
sé. Se lo dije. Pero no parecía muy convencida.
Resoplé y
bloqueé el móvil guardándomelo en el bolsillo.
-¿Vendrá?
-Eso parece.
La miré y resoplé
más fuerte aún.
-No quiero
verla, enserio.
-Estas con
la otra, ¿no? – Preguntó Taylor curiosa.
-¿Con quién?
-Con la que
el otro día estaba abrazada a ti. Parecíais una pareja.
-No, no
estoy con ella, ya te lo dije.
-Zayn, te
conozco desde hace mucho, y sé que te gusta de verdad…
-¿Por qué lo
sabes?
-La miras
igual que yo te…
-¡Eh, Zayn! –
Louis apareció por la puerta del camerino. – Paul te reclama.
Le miré y le
sonreí.
-Ya voy. – Contesté.
Me levanté
del sofá y me coloqué el tupé mirándome al espejo.
-Luego
hablamos, Tay.
Le dije inclinándome
y dándole un beso en la mejilla a la estilista, que era un de las mejores amigas que tenía en
estos momentos.
-Y gracias. –
Añadí antes de salir de ahí.
Narra ____
Estaba
histérica. Sólo estábamos a cinco minutos del estadio si los coches se
moviesen. ¡Cinco minutos! Me estaba poniendo nerviosa, y más lo hacía gracias
al inquietante movimiento de pie que tenía Hel.
-Hel, para
de mover así el pie, me estás poniendo nerviosa.
-¡No vamos a
llegar al concierto! - Dijo pasándose la
mano por la frente.
-¡Llegaremos!
-¿Cómo?
De repente,
un coche a nuestra derecha estaba intentando salir de un aparcamiento. Le miré
por el cristal del coche y le eché algo para atrás para que pudiese salir el vehículo, y después, puse el intermitente.
-Algo de
suerte hoy. – Sonreí y maniobré con el volante mientras que los coches de atrás se desplazaban para dejarme aparcar.
-¿Qué vas a
hacer? – Preguntó Hel.
-Iremos
andando, tardaremos menos.
Cinco
minutos después, ambas bajamos del coche, andando lo más rápido que pudimos.
Era el
segundo concierto que daban en la ciudad y aún les quedaban algunos. Estaban iniciando
la gira y esta ciudad sería la primera donde harían conciertos.
Nos acercábamos al recinto. La cola había era pequeña, pues la mayoría de la gente ya estaría en sus sitios.
De nuevo,
nos dirigimos a los hombres de seguridad y les enseñamos un pase vip que previamente
nos había dejado Harry. El hombre nos revisó de arriba abajo y se apartó para
dejarnos pasar.
Pero antes
de hacerlo, las chicas de la cola comenzaron a gritar, pero no de la alegría,
al contrario. Incluso algunos insultos se escapaban de esas bocas que parecían
inocentes.
Mi mirada
fue hacia atrás, hacia donde estaban ellas.
Una chica
con gafas de sol se dirigía hacia donde nosotras habíamos llegado hacía unos
segundos, al mismo hombre.
-Déjeme
pasar. – Le exigió al segurata.
-¿Quién eres
tú? – Preguntó el hombre, sin achantarse.
-La novia de
Zayn Malik.
Mi cuerpo se
giró completamente y me quedé atendiendo a la escena al lado de la puerta.
-Y yo soy el
hijo de Will Smith. – El hombre bromeó y la desplazó hacia atrás.
-¿Quién te
crees tú para hablarme así, imbécil? Soy Caroline Stone. – Dijo quitándose las
gafas de sol que llevaba adornando su cara.
Mi cara se
deformó totalmente al escuchar el nombre de esa chica. La miré atenta y era
ella. Esa chica era la misma que salía con Zayn en las fotos, y con la que días
atrás había hablado por teléfono.
-Eh, vamos. –
Hel me dio un leve meneo en el cuerpo agarrándome del brazo. – Acaba de empezar
el concierto.
La miré y
salí de aquel aturdido momento que acababa de vivir.
Comenzamos a
andar atravesando el pasillo en busca de la puerta vip, la cual nos llevaría a
un apartado del escenario donde veríamos a los chicos sin nadie que nos
molestase.
Pero sin
embargo, mi mente no paraba de pensar en eso que acababa de escuchar. Esa era
Caroline Stone, la ex de Zayn, la que tanto
daño le hizo. ¿Qué hacía aquí? ¿Qué quería de él? Volvió como dijo. Pero ahora
estaba yo. ¿Y si Zayn volvía con ella? ¿Y si de mí se olvidaba? Esa chica era tres
mil veces mejor que yo. Podría hacerlo.
Miraba como
Hel me arrastraba hacia la puerta vip. Dejaba arrastrar mi cuerpo como
cualquier vieja marioneta. Tenía muchas dudas, las cuales se me habían creado
en un segundo.
Siguienteeeeee amo tu novela
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