Narra Zayn
Mis manos
metidas en los bolsillos de mi pantalón ajustado. Empezaba a hacer frío en esas
calles.
Miraba a
todos los lados posibles pero no había rastro de Taylor.
Mi cabeza
solo pensaba en una misma cosa. No podía quitármela de en medio.
-¿Quién soy?
– Pronunció alguien que posó sus manos en mis ojos quitándome la vista.
Sonreí y
llevé mis manos hacia mi espalda hasta dar con el cuerpo de la chica.
-Mmmm… no
sé. – Mentí.
Llevé mis
manos perfilando sus perfectas curvas.
-¡Eh! –
Exclamó. – No seas cerdo, Zayn. ¡Me has tocado el culo!
El
sobresalto de la chica hizo que sus manos desapareciesen de mis ojos. Su risa me
hizo sonreír.
Me giré sin
quitar la sonrisa de mi rostro, pero no había nadie.
Solo el aire
que paseaba por esas calles corría a toda prisa entre los árboles y llegaba
hasta mi cuerpo.
Todo había
sido una simple imaginación. Por un momento creí que ella estaba ahí. Por un
momento olvidé todo lo que había pasado estos días atrás.
La quería, y
me daba cuenta cada día más, pero era algo imposible.
Necesitaba
encontrar a alguien que me valorase por lo que era y no por lo que tenía.
Un clavo
saca a otro clavo, ¿no? Pues yo debería de buscarlo.
-Hola, Zayn.
Una voz
femenina hizo que abandonase por un milisegundo el estado de shock en el que me
encontraba.
Miré el
rostro de la chica rubia. Ella estaba riendo, vergonzosa. El rubor de sus
pómulos hacía que pareciese aún más dulce.
Sonreí.
-Hola,
Taylor.
Ambos nos
quedamos quietos y callados en esa calle, sin saber qué hacer ni qué decir.
-¿Te apetece
café? – Propuse.
-Sí, por
supuesto.
Sonreí a la
amable decisión de ella y comenzamos a andar, uno paralelo a otro.
-¿Qué tal te
ha ido todo en estos días? – Inicié una conversación.
-Bien. Me he
sentido vacía, sola. Pero creo que lo necesitaba…
La miré de
reojo, preocupado pero sonreí al destacar ese bien que había dicho al principio
de la frase.
-¿Y tú? ¿Qué
tal?
Me encogí de
hombros. Esa era la perfecta respuesta a la pregunta que me acababa de lanzar
Taylor. Ni siquiera yo sabía como estaba.
-¿No estás
entusiasmado?
-¿Por qué
iba a estarlo?
Taylor
frunció el ceño. No entendía nada, era normal.
Me coloqué
en frente de la cafetería y abrí la puerta dejando paso a la chica primero.
Después la sujeté la espalda y pasé tras ella.
Echamos un
vistazo primero y nos decidimos por una mesa acogedora. Ahí no
destacaríamos mucho.
-¿Qué
quieres? – Preguntó Taylor.
-¿Pides tú?
-Claro, te
invito.
-Pues... Café. Con
poca leche, por favor.
La chica
hacía como si apuntase algo en el aire, cosa que me sorprendió y me sacó una
sonrisa.
Después se
desplazó unos metros hacia atrás para llegar hasta la barra donde pediría los
cafés.
Yo me quedé
observando el exterior.
Narra ____
Mi pierna no
cesaba de moverse. Mis ojos necesitaban pestañear más de lo normal y mi saliva
aumentaba, por no hablar ya del ritmo cardíaco.
El hombre
encajaba constantemente los folios y miraba hacia todos los lados del despacho.
Algo malo se
estaría pensando decirme, estaba dándole muchas vueltas a todo.
-Su trabajo,
señorita, ha sido excelente todo este tiempo. – Comentó Jones. – Pero como la
acabo de decir, todo esto que ha hecho es bastante grave, con lo cual, debemos prescindir
de usted.
-¡¿Qué?! –
Exclamé.
-Sabe
perfectamente que en ningún momento pudo mezclar trabajo con sentimientos, y lo ha hecho. Debió pensarlo antes. La imagen de la revista vale mucho más que una aventura con un famoso. Lo siento, señorita
-Jones, no
me puede estar diciendo esto enserio, ¿no?
El hombre
asintió con la cabeza y, segundos después, se levantó de su silla para
acompañarme a la puerta.
Mi
preocupante estado de shock me inmovilizaba. No podía moverme de aquel cómodo
sillón negro que adornaba el despacho.
-Señorita… -
Insistía Jones al lado de la puerta del despacho.
Agarré de
nuevo mi carpeta y me levanté con lágrimas en los ojos del asiento.
Comencé a
andar lentamente hacia la puerta y me coloqué al lado de Jones.
Le miré una
última vez con los ojos empañados y él pareció arrepentido.
-Jones…
-Lo siento,
____.
Abrió la
puerta y apoyó su mano en mi cadera para animarme a salir por fin del despacho. Después, cerró la puerta.
Quedé
rápidamente en el pasillo, donde estaba Cody sentado en el suelo.
Rápidamente
se puso de pie y acudió a mí.
-¿Qué te ha
dicho? ¿Qué tal? – Preguntó ansioso.
Le miré con
los ojos llorosos y él giró el labio.
-¿Enserio? –
Replicó.
Asentí con
la cabeza e inmediatamente pasó sus brazos por mi cuerpo abrazándome
profundamente.
-Tampoco
creo que fuese tan grave, joder. – Dije mientras estaba oprimida contra el
pecho de mi amigo.
-No lo es.
No sé qué mosca le habrá picado. Esta revista pierde a una gran profesional...
La
respiración de Cody y su fuerte latido del corazón en mi oído hizo que me
tranquilizase, además de las palabras que me acababa de decir como un cumplido. Ese chico siempre estaba cuando le necesitaba.
Me alejé de
su cuerpo y le miré directamente a sus ojos azules.
-Cody…
Gracias.
Él coincidió
sus ojos con los míos y sonrió ruborizado.
Nuestras
miradas estaban contactadas, al igual que todo. Ese chico me transmitía
sensaciones tan extrañas.
Sin embargo,
todo cambió cuando noté que los labios de ese chico estaban totalmente pegados
a los míos, y que sus manos estaban en mi cara. Abrí los ojos que,
inconscientemente tenía cerrados, y me percaté de que era verdad. El chico me
estaba besando. Ahí, delante de todo el mundo, nos estábamos besando.
Se separó
rápidamente de mí y pestañeé fuertemente incrédula. Después le miré.
La cara del
chico era completamente de asombro.
Mi
respiración estaba agitada. No podía creerme lo que acababa de pasar.
-¡Hey,
chicos!
Una voz
animada aparecía detrás de nosotros.
Cody seguía
agarrando mis brazos con sus manos y los dos nos mirábamos fijamente. Ninguno
de los dos era completamente consciente de lo que acababa de pasar.
Era Hel.
Venía apresurada hacia nosotros. Ambos nos separamos rápidamente cuando la
chica se acercó a nosotros.
-¿Qué ha
pasado, cielo? – Preguntó.
Yo
continuaba incrédula. No sabía qué hacer. Se me había olvidado hablar.
-¿____? –
Insistía Hel.
-Voy… voy a
tomar café. – Balbuceó Cody.
Le miré en
busca de una mirada de complicidad para que me animase a hablar con Hel y
contarle todo lo que me había dicho Jones, pero sus ojos azules iban directos a
la moqueta que decoraba el suelo de esas oficinas.
La chica
agarró mis hombros y agitó mi cuerpo en busca de una reacción.
-Cielo,
¿estás bien?
-Me… han
despedido, Hel.
Narra Zayn.
-Y un
descafeinado para ti. – Dijo Taylor mientras me ponía el café en frente.
-Gracias. –
Sonreí.
Ella tomó
asiento mientras soplaba su pequeña taza de café, debería de estar caliente.
-Bueno, ¿Qué
era eso tan importante que tenías que decirme? – Pregunté.
La chica
comenzó a mover ahora el café sin dejar de soplarle.
Levantó la
mirada encima de su flequillo perfectamente alisado y de color rubio. Sus ojos
eran impactantes.
Ella sonrió
y dejó de soplar acercándose la silla a la mesa.
-¿Tenéis
nueva estilista ya? – Preguntó.
-Mmmm, no. –
Contesté. - ¿Por qué?
-¡Genial! –
Su sonrisa perfecta se dibujó en su rostro.
Mi labio
girado daba paso a la confusión de esa pregunta.
-¿Puedo
acompañaros?
-¿Al tour?
-Sí, ser de
nuevo vuestra estilista.
La sonrisa
entusiasta de la chica me contagió y comencé a remover el café risueño.
-No sé, Tay. No es decisión propia, tengo que
hablarlo con los chicos.
-¡Tranquilo! - Exclamó interrumpiéndome. – A ellos ya les
he preguntado y a todos les parece genial.
-Entonces…
¿Por qué me lo preguntas a mí?
-¿Acaso
te das cuenta? Tu opinión es la que más me importa.
-¿Por qué?
-¿De verdad
vas a hacerme pasar este mal momento otra vez?
-¿Sí…? –
Dije dando un trago a ese café que ya parecía estar más frío.
-Te quiero,
Zayn. Y voy a luchar hasta el último segundo que pueda para conseguirte.
El café se
me atragantó cuando escuché a Taylor decir eso. Aclaré mi garganta y la miré.
Estaba sonriente, como nunca. Radiante.
Su cara
angelical adornada por esa alta y rizada coleta y esos labios color rojo me
hicieron estremecerme.
“Taylor” Me
dije. “Taylor es la solución. Taylor es el clavo”
PD. Para quien no lo haya visto, ya he subido el capítulo 1 de la novela de Louis al blog :) http://thepastcomeback.blogspot.com
No, Taylor no, rayita si.
ResponderEliminarAaaaa este Zayn, espero que se termine dando cuenta, porque los dos se aman así que....
Besos <3
Rayis es la solución, no Taylor.
ResponderEliminarComo bien dice chispitas, se aman...
Sube rapido el siguiente!
Un beso :))
zayn, cariño mio parece que ese cafe que te ha traido taylor te ha afectado un poco.. QUE CLAVO NI QUE CLAVO... no t das cuenta de lo mala q es la carol.. q digo mala! mas q eso.. lucha por ______ amo esta relacion novelesca!! :)
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