Narra
Zayn.
Me levanté
del suelo y comencé a andar hacia dentro del parking para montarme en el coche
y salir de esa revista.
Aún olía a
ella. Esa chica era increíble. Completamente diferente a las demás.
No había
pasado suficiente tiempo y ya la echaba de menos.
Me acerqué
al vehículo negro y, tras pulsar el botón, me adentré en él.
Me puse en
el asiento del piloto y me acomodé.
Estiré mis
brazos y los coloqué detrás de la nuca. Mi vida era demasiado estresante, pero
sin embargo, tenía algo normal en ella: ______.
La quería,
mucho. La quería como a nadie, y sin embargo, no se lo decía a menudo, o al
menos no lo suficiente.
Miré mi
móvil y le desbloqueé para llamarla. Necesitaba recordarla que la quería.
Dos pitidos.
No me contestaba. Qué raro.
Tres,
cuatro…
-¿Sí? – Por
fin me contestó.
-Hola,
preciosa.
-Ho…ola,
Zayn. – Balbuceó.
-¿Estás
bien? – Pregunté.
-¿Y tú? ¿Lo
estás?
-Sí, yo
claro que sí. ¿Por qué? ¿Qué te pasa?
-Na…ada…
Luego hablamos.
-Pero,
¿estás bien?
Un pitido constante anunció que había llegado el fin de la llamada.
Estaba
nerviosa, intranquila. ¿Qué la pasaría?
Narra _____
Colgué el
teléfono. Mi pulso estaba inquieto. Como pude, lo metí en el bolsillo trasero
de mi pantalón.
Ni siquiera
la mirada de mi compañero ya me tranquilizaba. Ni siquiera que sus manos
estuviesen apretando con fuerza las mías lo hacían.
¿Por qué
ahora? Lo acabábamos de arreglar. ¿Por qué?
-Tranquilízate,
¿quieres? – Me dijo mirándome a los ojos.
Tragué
saliva y mis lágrimas no cesaban. Aquí se terminaría todo, mi tranquilidad
sobretodo. ¡Y mi trabajo! Oh Dios mío…
-Necesito
agua, Cody…
-Vamos a la
cafetería.
El chico me
cogió de la cintura y comenzamos a subir las escaleras hacia la primera planta
donde se encontraba la cafetería.
Mis piernas
se tambaleaban y me era difícil mantener el equilibrio. Si no fuese gracias a
las inmensas manos de Cody rodeándome, yacería en el suelo desde hacía ya rato.
El último
peldaño y pisamos suelo firme.
-¿Mejor? - preguntó el chico.
-No. – Negué
con la cabeza.
El chico
giró el labio y pasó su brazo ahora por mi cuello, acercándome a su torso.
Fue lo único
que logró tranquilizarme por fin y era el latido de su corazón tan cerca de mi
oído.
Su perfume
tan dulce y su respiración me hicieron olvidar, al menos, un poco todo.
Llegamos por
fin a la cafetería de la primera planta. Respiraba fuerte.
-Vete a la
mesa, yo pediré. – Musitó Cody
-Dije que la
próxima vez invitaba yo. – Repliqué.
-¿Crees que
estás en condiciones de pedir algo? ¡Y menos un café! Necesitas un té o algo
más tranquilizante.
Le miré y asentí con la cabeza mirando alrededor mío. ¿Cuánta gente que estaría allí
sabría ya lo de Zayn?
¿Y cómo todos esos periodistas sabrían todo?
Me senté en
la mesa más próxima a mí. Mis manos estaban en mi sien, masajeándola.
Saqué la
placa para observarla y tranquilizarme, sería lo mejor. Pero no podía. La idea
de perderle de nuevo me ponía nerviosa y no, por ningún medio quería.
La puerta de
la cafetería se abrió y, por inercia, levanté la mirada hacia ella.
Una silueta
que me resultaba familiar entró sofocada, mirando hacia todos los lados.
Me levanté
rápidamente de la silla y me dirigí hacia ella. Era Hel.
La chica me
vio y se acercó a mí corriendo.
-¡____! –
Exclamó viniendo hacia mí y agarrándome de mi cara.
-¿Lo sabes? –
La pregunté.
-¿Cómo coño
se han enterado? – Insistió ella.
-No lo sé,
Hel. Pero tengo miedo, mucho miedo…
-¿Lo sabe
Zayn?
-No. – Miré hacia
todos los lados. – O al menos hace diez minutos no.
Me quedé
callada de nuevo mientras los dos ojos de Hel miraban a los míos, empañados.
-Y tú, ¿cómo
lo sabes? – La pregunté.
-Ahí afuera
hay miles de periodistas con una foto vuestra, de noche, besándoos.
Mi cara se
transformó completamente en sorpresa.
No me lo
podía creer, encima había pruebas…
-Tenemos que parar el rumor como sea. Antes de que se entere medio mundo. Tenemos que hacerlo. - Insistió Hel.
Narra Zayn.
Aparqué mi
coche en el parking del estadio donde nos tocaba ensayar. De nuevo lo revisé y me miré
en los cristales de las puertas traseras.
Retoqué mi
tupé y comencé a andar.
Subí las escaleras del parking. Eran en forma de caracol y bastante amplias.
-¿Zayn
Malik?
Un hombre
que se encontraba al final de esas escaleras pronunció mi nombre.
-Sí, soy yo.
– Confirmé.
-Sígame. No
es seguro que pase por los patios solo.
Me coloqué
al lado del hombre.
Era grande,
ancho y fuerte. No tendría más de unos cuarenta años, pero estaba en plena
forma.
Los dos
comenzamos a andar y llegamos a un patio amplio, totalmente vallado.
En cuanto
pisé el suelo de aquel patio, unos gritos me invadieron. El hombre de inmediato
puso su mano en mi espalda.
Todas los
fans volvieron locos cuando comencé a atravesar el patio.
-Quiero
acercarme. – Le pedí al hombre.
-¿Estás
seguro? – Preguntó.
-Claro. Todo
esto está vallado, no pasará nada.
El segurata
se encogió de hombros y me dirigí hacia la valla, seguido de él, donde estaban la mayoría de
chicas.
Todas
comenzaron a gritar más fuerte a medida de que me iba acercando.
Pronunciaban
mi nombre por todos lados. Todas me daban su teléfono móvil para hacerse una
foto conmigo, otras me daban folios para que las firmase, otras banderas…
Todas
estaban sonrientes. Pero una chica en primera fila me llamó la atención. Ella
no me pedía una foto, ni un autógrafo; Ella pedía que acudiese, simplemente.
-Zayn, por favor.
Ven. – La cara la tenía roja. Parecía estar realmente preocupada.
-Dime. – La contesté asistiendo.
La chica
comenzó a temblar, estaba demasiado nerviosa.
-Estoy muy
nerviosa – Balbuceó. – pero todas queremos saber la verdad. Por eso no te voy a pedir una foto o un autógrafo antes de preguntarte esto.
Esa chica me
estaba preocupando. Su gesto no era demasiado agradable y lo que me decía
tampoco lo era.
-Zayn, van a
comenzar los ensayos. – El segurata me apresuró. – Tenemos que irnos.
-Espera, por
favor. – Le rogué. – Dime. – Me dirigí a la chica.
Rebuscó en
su teléfono móvil como pudo. Su pulso estaba tembloroso y todas las chicas
estaban pendientes de ella. Parecía que todas sabrían qué me preguntaría.
-¿Esta foto
es un montaje? – Logró preguntar.
Su móvil
entró hacia el patio entre las rejas. Rodeé sus manos que sujetaban el móvil y no paraban de temblar
para poder mirar más claramente la pantalla.
Mi boca se
entreabrió y mis ojos se salieron de las órbitas cuando me fijé que los de la
foto éramos nosotros. Éramos _____ y yo.
PD. Comienza el final de BFY... :)
Vale, estoy en shock, como lo saben todos? Dónde sacarn la foto? Ahhhh!!
ResponderEliminarYa se acerca el final? Cuantos capítulos quedan majso menos?
Besos <3
PD: no quiero que se acabe, pero en fin, es lo que toca
OTRA VEZ LA ESTA LIANDO CAROL?! AUNQUE TAMBIEN SOSPECHO UN POCO DE CODY, MMMM... No puedo creer que el fibal se va acercando ;_;
ResponderEliminarpero pero.. estamos tontoss!! el final ya?!! esto no puede acabarse por gente asii1!! me niegoo1! jajaja
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