Miré a ambos
lados del coche. Comencé a sudar y ni siquiera sabía qué hacer. No confiaba aún
en ese chico lo suficiente como para contarlo, pero quedaría peor si le mentía.
-Sí. – Le
confesé. – Nos conocimos en una entrevista.
El chico
sonrió confuso. No era muy creíble lo que le acababa de decir pero aún así,
fingió creérselo.
-Puedes
salir a fuera a contestar la llamada. Te esperaré aquí. – Me sugirió Cody.
Asentí con
la cabeza y así lo hice. Cogí el móvil y salí al exterior del coche para
contestar la llamada.
-¿Sí? –
Pregunté.
-Hola.
Ese saludo
no era natural. ¿Y el preciosa? Lo eché en falta.
-¿Qué pasa?
– Proseguí la conversación.
-¿Te apetece
vernos un rato esta tarde? Te invito a merendar. – Me sugirió Zayn.
-¿No
habíamos quedado esta noche?
-Me ha
surgido un imprevisto…
Torcí el
labio y me rasqué el cuello.
-Está bien.
-Luego te
veo.
-Vale. Te
qui…
El pitido
que indicaba que Zayn había cortado la llamada me descompuso. Sentí un vacío
dentro de mí.
¿Qué le pasaría? Estaba francamente raro. ¿Por qué no podría
quedar conmigo esta noche? Aun que… me vendría mejor, había quedado con Cody
para cenar.
Sin embargo,
la angustia del no saber si a mi novio le pasaba algo, se apoderaba de mí, y se
apoderaría de mí lo que quedaba hasta la tarde.
Horas después.
Esperaba en
las escaleras de mi edificio, como normalmente. Avisté por fin el coche de mi
novio con él dentro. Algo en mi estómago hizo sobresaltarme, ¿Estaría todo
bien?
Comencé
andar atravesando la deshabitada carretera y abrí la puerta del copiloto.
-Hola. –
Dije sentándome en el asiento.
-Hola. –
Sonrió.
-¿Y el
preciosa? – Pregunté.
-Disculpa.
Hola, preciosa.
Sonreí y
sonrió. Algo en mi se tranquilizó. Todas las horas que había pasado con algo de
agobio habían sido una tontería. Estaba bien.
-¿Cómo que
no podías cenar conmigo? – Le pregunté cuando ya llevábamos algo de trayecto.
-Tengo un
asunto pendiente esta noche. – Contestó serio, mirando hacia el asfalto.
-¿Puedo preguntar
el qué?
-Un asunto
que resolver, solo eso. – Contestó Zayn.
Sonreí
débilmente. Entendía que no quería darme más explicaciones, pero, ¿por qué?
Ladeé mi
cabeza para ambos lados y dejé estar el tema. Sería lo mejor.
-¿Dónde
vamos? – Cambié de tema de conversación.
-Hay una
cafetería por aquí cerca en la que podremos tener intimidad. Ahí nadie nos
interrumpirá.
Y así lo
hicimos. Llegamos al exterior de una cafetería que estaba en un polígono. No
había mucha gente a los alrededores.
Zayn bajó
del coche poniéndose unas gafas de sol, como siempre, sobre su rostro. Se
colocó a mi lado y me sonrió abalanzándose sobre mí y besándome el pelo
mientras me pasaba su brazo por el cuello.
-¡Eres
preciosa, joder! – Me exclamó sin ocultar esa magnífica sonrisa que estaba
haciendo que cada día me enamorase más de ella.
Le miré
ruborizada.
De repente
se paró en seco y tiró de mi brazo hacia él haciendo que me diese la vuelta y
quedase a dos centímetros de él, apoyándome en una pared en plena calle de aquel
polígono desierto.
-Zayn, aquí
no… - Le susurré.
Sin embargo
su sonrisa me hipnotizó y sus besos en el cuello hicieron que me estremeciese.
-Zayn…
-Tranquila.
– Se alejó de mi cuello para mirarme a los ojos.
Sonrió de
nuevo y comenzó a besar de nuevo mi cuello apasionadamente. Mis ojos no podían
resistirse abiertos. Se cerraban de par en par. Me gustaba demasiado notar sus
dientes haciendo presión en mi piel. Me gustaba demasiado que la razón de que
mi cuerpo entero se erizase fuese él.
Abrí los
ojos al notarle despegarse de mi cuello. Le miré risueña y ruborizada mientras
él soltaba unas cuantas carcajadas. Empezó a perfilar mis curvas con su dedo
índice, sin retirarme la mirada.
Mi cuerpo
estaba empezando a estremecerse y no quería, estábamos en la calle.
Estaba en mi
cintura. Deslizó el dedo hacia el interior, casi debajo del ombligo. Comenzó a
besarme mientras introducía despacio la mano por mi pantalón.
Sin embargo,
antes de yo pararle, se paró el solo y, tras un chasquido beso, se alejó.
Le miré casi
sudando. Me había acelerado demasiado. Ese chico tenía completo poder sobre mí.
Estiró su mano para que la entrelazase con la suya y
caminamos hacia la cafetería.
Entramos a la cafetería y
nos metimos a una sala con una mesa baja y cojines como sillas. Era una sala
solitaria, para dos. Nadie nos molestaría.
Ambos nos
acomodamos uno en frente del otro. Sonreíamos como tontos.
-¿Qué te
parece? – Preguntó Zayn.
-Raro. Jamás
había estado en una cafetería donde las mesas están en salas privadas. – Dije
mirando hacia todos los lados.
-Pues aquí
lo tienes. – Contestó sonriente.
Los dos nos
miramos y sonreímos.
-Gracias. –
Susurró Zayn agarrando fuerte mi mano, que se encontraba encima de la mesa.
-¿Gracias? –
Pregunté.
-Por haber
entrado en mi vida, eres increíble.
El tacto de
su mano hizo acordarme de Cody en el centro de la ciudad esa misma mañana, en
la que Zayn no salió hasta mucho después. Necesitaba preguntarle. Necesitaba
hacerlo.
-Oye, Zayn.
Él borró
algo su sonrisa.
-¿Por qué
saliste a esa promoción más tarde que los demás?
-¿Cómo lo
sabes?
-Trabajo en
una revista donde sois el punto de mira, ¿qué crees? – Mentí.
-Es una
larga historia. Mejor te lo cuento otro día, princesa.
‘Princesa’
Esa palabra me derritió. Me derritió muchísimo.
-¿Te
pensaste ya lo de venirte conmigo al tour?
De nuevo le
miré desorientada. No sabía qué contestarle. Quería estar con él, pero no
quería abandonar mi vida en esta ciudad, ni mi trabajo, mis amigos…
-No sé,
Zayn. Aún no lo tengo claro… Además, si no quieres que nadie se entere de
nuestra relación, el irme con vosotros de tour no beneficiará.
-Tranquila,
entiendo tu decisión. Sea cual sea, la aceptaré. No te olvidaré ni aun que
estuviese a punto de morir en el polo norte por congelación.
Esa última
confesión del chico hizo que un pinchazo en el pecho me invadiera. Era tan
romántico…
Tras una
hora y media en esa sala, abandonamos el local. Era un sitio original y curioso
en el que habíamos tenido una gran intimidad pero sin ningún tipo de contacto
físico y eso me gustó. No todo en nuestra relación se basaba en el sexo, que
era lo que me temía.
Zayn me
llevó hasta mi casa donde me encargué de arreglarme para ir con Cody. Pasaría a
recogerme en menos de dos horas y debería de estar arreglada.
Narra Zayn.
Estaba
debajo de su terraza. Quizás no sería lo más apropiado venir a su casa, pero
era lo que debía hacer.
Los
sentimientos de Taylor habían estado rondando por mi cabeza todo el día y me
sentía culpable. Quizás no tuve tacto con ella en ningún momento y necesitaba
aclararlo todo, ya no solo para que no abandonase el trabajo, sino para también
conservarla como amiga, o al menos intentarlo.
Pulsé el
botón del ascensor y esperé hasta que llegó a recogerme. Mi corazón se
aceleraba. ¿Qué la diría? ¿Cuál sería su reacción?
Llegué hasta
el piso de la chica y me situé delante de la puerta. Cogí un par de veces aire
y rasqué mi cabeza. ¿Habría hecho bien?
Estuve a punto
de darme media vuelta, pero no podía echarme para atrás ahora.
Me armé de
valor y pulsé un par de veces el timbre.
Nadie abría
y me estaba empezando a poner nervioso. ¿Y si me había visto por la mirilla y
no me abría?
Insistí una
vez más.
Escuché unos
pasos agitados hacia la puerta, la cual, pocos segundos después, se abrió.
La chica apareció
detrás de la puerta con un pijama veraniego y con una coleta que hacía que su
cara pareciese más infantil.
-Zayn… -
Murmuró sorprendida.
-¿Puedo
pasar?
-Creo que no…
La
interrumpí metiéndome dentro de su casa. Ella no quiso echarme y cerró la
puerta aceptando que estuviese allí.
-¿Qué
quieres? – Preguntó.
-Simplemente
necesito hablar contigo, Taylor.
-Ahora es un
mal momento. – Me confesó.
Pasé al
salón y tomé asiento en el sofá.
-Da igual,
Tay. Necesito pedirte disculpas por no haber tenido tanto tacto contigo.
Necesito pedirte explicaciones, necesito…
-Zayn,
olvídalo. Olvida todo lo que te dije esta mañana, será lo mejor. – Dijo la
chica rubia paseándose por todo el salón, desesperada.
-No puedo,
Taylor. Esto es demasiada presión para mí. Eras mi mejor amiga y una de las
mejores estilistas de todo el país.
-Tu
mejor amiga, pero te interesa más que siga trabajando para vosotros para que
vuestro físico no empeore antes de entender que necesito tiempo, por mi bien,
para olvidarme de ti, ¿no?
La chica
empezaba a alborotarse. Me había malinterpretado.
-No, no es
eso Taylor.
-¡Es eso, Zayn!
La puerta de
la casa comenzó a sonar. Unas llaves estaban encajándose.
Miré a la
puerta y después volví a mirar a Taylor frunciendo el ceño.
Unas risas
aparecieron retumbando por toda la casa. Taylor estaba aún más perdida.
Un chico
rubio apareció por ese salón, seguido de una chica la cual sus ojos salieron de
sus órbitas, al igual que los míos.
-¿Zayn? –
Preguntó confusa. - ¿Qué haces aquí?
Taylor me
miraba desorientada. La conocía igual de bien que la conocía yo. Ambos sabíamos
quién era.
PD. Hola chicas! ¿Podríais darme ideas para futuras novelas y con quién queréis que la haga? ¡Así podré hacer más novelas! Ya sabéis, podéis decirmelo por twitter (@Sttories1D) y ask (http://ask.fm/sttories1D) ¡Os quiero!
bueno pues yo qiero q zayn m pare en medio d la calle y me retoqetee!! ajajaj dios mio.. ajaj y la taylor.,. como lo sabiaa!! yo creo q son hermanos o algo d eso ehh1! ui ui ui.. muxo misterio se huelee!! ajaja y bueno q mas decirte .. la proxima novela podria ser d.. LIAM LIAM LIAM LIAM LIAM!!!!?? ajjaja lo necesito por diooss!! ajjaja gracias por todo tu esfuerzo peqeña! ^^
ResponderEliminarDiooooooos!! ksndbdkdkdodkdndodnxo YO QUIERO QUE SEA DE LOUIS! Pero tambien de Liam... No see!! Esque apenas hay novelas sobre ellos dos!! Siguiente, PRE-CIO-SA, tu y la nove! Kekndj
ResponderEliminarSiguiente ya! La novela me gustaría que fuera de Louis, porque hay muy poquitas, pero tambien quiero de Liam... Que lío! Aunque mi voto va para Louis
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