lunes, 1 de julio de 2013

Capítulo 40.

Narra Zayn.

Entramos en el jet privado que los managers se habían encargado de contratar para esta gira.

Ya no había marcha atrás.

-¿Estás bien? – Preguntó Liam.

El chico se sentó a mi lado y me dio un leve golpecito en la pierna.

-Sí, sí. Claro. – Contesté.
-¿Seguro? Algo me dice que no es así…
-Sí, Liam. Seguro. – Le contesté sonriendo.
-¿Te despediste de ella?
-No. – Pronuncié cortante.
-Pero, ¿estás seguro de que fue ella?
-¡Claro que fue ella! ¿Quién sino?
-Hola chicos.

La voz de Taylor se entrometió en nuestra conversación. La miré de arriba abajo y la lancé una sonrisa. 

Después, miré a Liam.

Su cara parecía estar perdida. La mirada furtiva que lanzó a Taylor me descolocó.

-¿Qué hacéis? – La chica se colocó a mi lado.
-Hablamos. – Contestó Liam, seco.
-¿Molesto?
-No. Yo ya me iba. – Dijo Liam.

La mirada de la chica siguió a Liam hasta que éste tomó su asiento.

Después, una voz nos ordenó abrocharnos los cinturones. Ya despegábamos.

Narra _____

-¿Quién? – Pregunté casi desesperada.

El chico se retiró un poco de mí y bajó la mirada.

-Quizás no te importe tanto… - Musitó casi susurrando.
-¡Cody! – Exclamé. – Por favor, tienes que decírmelo.

El chico comenzó a andar a través del salón y agitó la mano en dirección a Hel.

-Espera. – Insistía.

Cody emprendió camino hacia la puerta de salida.

Me había comportado como una cría, lo sabía. Necesitaba pedirle perdón.

El chico abrió la puerta de la casa y se dirigió hacia el ascensor al cual pulsó el botón.

-Espera, joder.
-¿Qué quieres? – Exclamó él. –No parecías querer verme cuando he entrado a tu casa, para ayudarte.
-Cody, entiéndeme. Eres mi amigo. El beso del otro día…
-Te he estado llamando todos estos días, ni siquiera has contestado una sola llamada. Y ahora que vengo a tu casa solo para ayudarte, ¿te escondes de mí como si fueras una cría de ocho años? Déjame que me ría, _____. Quédate con tu intriga.
-No, Cody, por favor…

El chico me ignoró y, tras lanzarme una mirada de decepción, se metió en el ascensor.

Corrí hacia las escaleras para bajarlas a toda velocidad. Ya no solo quería saber la información que él aseguraba tener, ahora también quería pedirle disculpas.

Bajé las escaleras tan deprisa como nunca y aterricé al lado del ascensor. Miré un segundo al exterior pero no había rastro de Cody, por lo que supuse que estaría aún en el ascensor.

El timbre de éste indicó que así era.

El chico salió de él mirando hacia el suelo, hasta que se percató de mi presencia en la puerta y se sobresaltó.

-No pienso dejar que te vayas sin pedirte disculpas. – Musité.
-Apártate.
-No, Cody. De verdad, lo siento.
-Está bien, te perdono. Ahora, apártate.
-¿Por qué me besaste? – Pregunté.
-Fue un error.
-No, no lo fue. Dímelo.
-Simplemente fue porque necesitaba hacerlo. Te vi tan indefensa, tan mal que lo hice sin pensarlo.
-Pero, ¿lo sentías?
-¿Y ahora por qué tengo que darte explicaciones? Te llamé mil veces para hacerlo y tú me ignoraste.

Le miré culpable, tenía razón.

-Y ahora, si me permites…

El chico agarró mi brazo para retirarlo. Hice fuerza pero de nada sirvió. Pasó por mi lado atravesando la puerta del portal y bajando las escaleras hasta estar en la acera.

Le perseguí hasta que llegó a su coche y abrió las puertas. No podía dejar que se fuese.

Se metió en el interior del vehículo y yo, casi sin pensarlo, abrí la puerta del copiloto y me adentré igual que él.

-¿Qué haces? – Exclamó.
-Cody, eres increíble conmigo. Siempre lo has sido. No quiero perderte. Te quiero.
-¿Sabes cuál es el problema? Que yo a ti te quiero de una forma diferente.

Mi mirada iba totalmente dirigida a sus claros ojos azules gracias al sol tan brillante que lucía ese día.

“Parece ser que el componente del famoso grupo BFY  es de reemplazar rápido…”

Mi mirada fue directamente a la radio del coche de mi amigo.

 “…Días después de haberse publicado esas fotos tan privadas con una de las trabajadoras de la revista “The Sunshine”, parece que ha conseguido olvidarla rápida y fácilmente, y según apuntan personas cercanos a ambos, se trata de la estilista de los chicos, de nombre Taylor.”

Miré asombrada a Cody.

Mis ojos estaban totalmente encharcados. No podía creerlo, ni tampoco quería.

Él me había remplazado. Él, el que decía que tanto me quería.

Cody apagó rápidamente la radio.

-¿Es ella? – Pregunté susurrando.

El chico me miró a los ojos.

-No del todo. – Pronunció tras un largo silencio.
-¿Cómo? – Pregunté desorientada.
-Fue una amiga suya. Caroline Stone.

Mis ojos se abrieron tan rápido como pudieron.

-Taylor la ayudó. – Añadió el chico.

Cada sílaba que Cody pronunciaba eran hachazos en el estómago.

No podía creérmelo. ¡Esa Taylor estaba detrás de todo! Al igual que Caroline. Pero de ella no me sorprendió.

-Y hoy se van. Ella se va con ellos. - Dijo por último el chico.
-¿Él sabe que ha sido Taylor?
-¿Cómo lo va a saber? Sino no estaría con ella.
-¿Pero es cierto que están juntos?
-Todo forma parte de su plan.
-Cody,  ¿puedo pedirte un gran favor?

El chico me miró girando el labio.

-Puedes.

-Llévame a casa de Zayn. Necesito hablar con él. Necesito hacerle ver la realidad. Por favor.




5 comentarios:

  1. Lloro, te juro que lloro =)
    Precioso *_*

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  2. bivsdogfvbsidbivisdpvsdiyvpsd.
    Por favor, necesito más *______*

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  3. Uu qq mal:( necesito el siguiente cap besotes guapa

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  4. pero nerea que me dices.. no por favor.. QUE LAGARTAS MADRE!! dalas su merecido eh!! que reciban de su propia medicina... (yo y mis frases "cultas") ahaha que te quiero mi niña!

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